Hace unos cuantos años que hice la primera colcha de retales para la cuna del hijo de una amiga. En aquel momento se me ocurrió porque se me acumulaban los retales en cajas y ya no sabía dónde guardarlos, y aunque me gustaba mucho la técnica del patchwork, me parecía un trabajo de chinos, así que lo adapté a mi manera, para que no me ocupara mucho tiempo el montaje. Utilizando esta técnica más simple, hice unos cuantos regalos para recién nacidos de familiares y amigos, y aquí están las últimas que me han encargado.
Mi cuñada, que es muy apañadita en labores de punto de cruz y bordado, recuperó algunos trabajos hechos en su época escolar, y preguntó si podría adaptarlos para hacer colchas para sus sobrinos-nietos, y aquí está el resultado. En la primera, para un niño, seleccioné los bordados sobre telas en colores fuertes, rojo, amarillo mostaza, verde... lo combiné con retales con pinceladas de azul y lo ribeteé todo con una cinta al bies en color naranja, casualmente el que había escogido la madre para la cuna del bebé. En la segunda, para niña, escogí telas floreadas para combinarlos con los pañitos bordados a punto de cruz en tonos rosas, lilas y azules, e incluso les dejé las tiras bordadas que le había puesto. Ambas madres y abuelas quedaron encantadas con el resultado.
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