miércoles, 14 de agosto de 2013

Bodas de Oro


El 29 de julio mis padres cumplieron 50 años de casados, toda una hazaña para los tiempos que corren. Como muchas familias la crisis nos ha tocado en la puerta por tercera vez a lo largo de este ciclo, así que tuvimos que limitarnos a una pequeña celebración en casa con familiares y amigos.

Fue una gran sorpresa para ellos, que se habían conformado con salir a comer el día señalado y pasarse por la Iglesia de San Francisco, templo de estilo barroco y uno de los más antiguos de la ciudad, en el que se dieron el "si quiero" en 1963.






Con mucha ayuda preparamos lo típico para una merienda-cena, tortilla, ensaladilla, empanada, canapés, papas fritas, galletitas saladas... y 2 brazos de gitano que improvisé como tartas de boda, todo muy caserito y muy rico. Y por supuesto refrescos, vinito y sidra para beber y apaciguar el calor veraniego.







Como fue todo bastante improvisado no pude preparar ni hacer todo lo que quería para adornar la casa, pero sí me dio tiempo de hacer unos Regalitos para repartir a los asistentes como recuerdo del encuentro. De internet saqué una idea fantástica para hacer pompones con la cintas de cassette, y con esa base me inventé unos cartuchos hechos con las páginas de un libro viejo, que llené con caramelos, y al que grapé el pompón con un corazoncito de goma eva, y la tarjetita con la foto de cuando se casaron. Al final resultó todo bastante ameno y entrañable, y mis padres disfrutaron el momento, que era que lo que pretendíamos sus hijos.







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